Un angelo disteso al sole


Puedes ir por el lado fácil. Puedes intentar odiarme y pensar que soy yo la única culpable. Puedes despertarte al lado de otra, y decirle que solo tienes ojos para ella. Pero esto sigue vivo en tu interior. Y eso es más fuerte que dejar pasar el tiempo o poner tierra de por medio. Éramos el uno para el otro y lo sabes, pese a todo. Lo malo es que no lo quisiste ver, ni valorar. 
Nos hemos hecho daño. Ninguno de los dos ha sido la víctima, porque ambos hemos hecho las cosas mal. Pero cuesta demasiado perdonar. El orgullo se ha apoderado de nosotros, y es tarde para echarlo.

Nos quisimos como nadie, y esas cosas siempre quedarán. Cada momento que vivimos. Cada sitio. Perfecto a nuestros ojos. No me he acostumbrado a estar sin ti  ni a decirle a todos que no estás. Poner buena cara y sonreír. Pero es lo mejor, ¿qué si no? Dejar de lado el rencor y caminar, cada uno, por su camino, a donde quiera que lo tenga que llevar el destino. 
Pero sé que tu rencor aún sigue latente. Seguirás buscando a quien te quiera. A quien te quiera tanto como yo te quise. Alguien que te abrace con tanto amor como yo lo hacía. Que te bese como yo lo hice. En medio de la calle. Quien te haga reír, por las tonterías que a cualquier persona cabal no se le ocurrirían. Buscarás a alguien que cuide y se preocupe de ti. Buscarás a alguien que de verdad valore lo que vales, como hice yo.
Te deseo suerte.

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