Como si fueras perfecto

Así actúas. Hablas como si en la vida hayas cometido un fallo, como si absolutamente todo fuera mi culpa. He tenido la culpa de muchas cosas, y lo he reconocido, como cualquier persona normal haría. Tú no. Pese a que también has cometido fallos, no los has reconocido, el orgullo no te deja. Al contrario, hablas como si fueras tú el que tiene que conceder el gran perdón.
No te reconozco. Pensaba que era más orgullosa que tú, pero veo que estaba muy equivocada.
Sólo te digo que no intentes pasarte de listo, ni pensar que tienes la piel del oso vendida antes si quiera de haber salido de caza. Amigos cuando quieras. Pero no intentes catar sin comprar.

Con el tiempo es difícil descubrir qué es lo que se busca y lo que se quiere. Es mucho más fácil descubrir qué es lo que no se quiere.
¿Sabes? Hay gente que aún tiene de eso llamado amor propio, de lo que muchos escasean.

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