A la mierda.

Allí es a donde voy a mandar a mucha gente, a donde voy a mandarlo todo. Ya nada me interesa ni motiva. Siento que me encuentro sobre la faz de la tierra sin ningún destino, sin ningún fin. Pensándolo bien, no sé que es peor, si no tener una meta, o tenerla y no conseguirla pese a tus constantes esfuerzos. Sinceramente ya me da igual.
La falsedad de la vida es enorme; sólo ella te apuñalará por la espalda salvajemente, como nadie lo habrá hecho jamás. Refugiate en aquello que te hace reír sin motivo, que te hace olvidarlo todo aunque tan sólo sea durante unos instantes. Aunque aquello no esté especialmente bien visto por la sociedad.
Todo llueve, y no tengo más que promesas incumplidas y papeles rotos. El otoño se acaba, al igual que el tiempo.

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