Entradas

Mostrando entradas de 2011

Pablo Hasél

Imagen
Escucha, te creías que sería tu capricho ¿no? Pues mira, que yo escriba poesía no significa que no pueda mandarte a la puta mierda. Yo no soy ni seré el osito de nadie ¿entiendes? Y menos de una niña pija, antes sería otro tenbandi. Vete a jugar con otra peña, te equivocas de persona. Tu no eres mi amiga no, sólo una puta egoísta. Qué fácil fue decirme "prometo no fallarte"  olvidando yo la parte de no creerte, la más importante, se nota que jurar es gratis, yo estoy pagando caro, tu mar en calma que escondía océanos bravos. Qué ingenuo soy cuando me aferro a clavos ardiendo, como si quemaran menos que otro tipo de infiernos. Qué mentirosa fuíste yendo de mosquita muerta  dando golpes a mi puerta atraída por mi lado triste. Escondiendo el aguijón adornado con un corazón  que me mentía con poesía pero eres fría, todo acabó. Sólo si estás mal me llamas con urgencia, si estás bien no eres quien a prueba de bombas me aprecia. Y besos ya conocí tantos que ni en e

Cuchufleta

Imagen
Cuando mi móvil vibra y veo tu nombre me tranquilizo, sigues ahí. Hay tantísimos momentos que quisiera repetir e incluso mejorar a tu lado, que no me cabrían en una simple entrada de este blog. Me conformo con dedicártela, que es poco para lo que has hecho y haces por mi, aún ahora, justo en este momento. No hace falta que te diga absolutamente nada para que sepas que algo me pasa, me lees la cara, estás atenta a mis suspiros o gestos e, inmediatamente, ya me estas haciendo todo un interrogatorio. No tengo idea de lo que sería de mi vida si tú no estuvieras en ella, apoyándome, escuchándome, haciéndome reír cada día y animándome como nadie; sin ti mi vida sería distinta, no sé que haría si no fueras mi mejor amiga, si no te tuviera a mi lado. Eres la persona a la que le cuento absolutamente todo, a quien le tengo plena confianza, a la que más hecho de menos cuando me falta y a la que más amo en este mundo. Compartimos todo, y nunca podría olvidar tantísimas tardes y mañanas juntas,

A la mierda.

Allí es a donde voy a mandar a mucha gente, a donde voy a mandarlo todo. Ya nada me interesa ni motiva. Siento que me encuentro sobre la faz de la tierra sin ningún destino, sin ningún fin. Pensándolo bien, no sé que es peor, si no tener una meta, o tenerla y no conseguirla pese a tus constantes esfuerzos. Sinceramente ya me da igual. La falsedad de la vida es enorme; sólo ella te apuñalará por la espalda salvajemente, como nadie lo habrá hecho jamás. Refugiate en aquello que te hace reír sin motivo, que te hace olvidarlo todo aunque tan sólo sea durante unos instantes. Aunque aquello no esté especialmente bien visto por la sociedad. Todo llueve, y no tengo más que promesas incumplidas y papeles rotos. El otoño se acaba, al igual que el tiempo.

Nada

Imagen
Lo tenía, lo tenía tan, pero tan cerca, y lo dejé escapar, jugué con él. Y me arrepiento, quizás debí haberle dicho que le quería, ser romántica con él. Quisiera dar vuelta atrás, como si nada de esto hubiera pasado, pero no lo consigo, no doy asumido que lo hecho, hecho está. Quisiera mirarle disimulamente, que solo se enterara él y que me sonriera, verle feliz, sin complejos ni preocupaciones, pero sabiendo que es mío, que nadie, por el momento, me lo robará.  Pero fue una opción que tire por la borda, la desprecié, sin darle siquiera una oportunidad. Ahora, tengo ganas de eso, de que me abrace por detrás, de que me mire con su mirada profunda, que me diga "Te quiero" como me lo decía, que se enfade conmigo por no contestarle, que me diga lo muy tonto que es y lo muy boba que soy yo, que me explique lo mucho que echa de menos todo lo pasado, que me cuente como pasó todo, como lo consiguió, que me bese y me obligue a olvidarlo todo, que me espere cuando llegue tarde, que me

Voy a pensar en mí.

Imagen
Comienza la cuenta atrás, empieza el juego. Porque todo esto es eso; no es más que un juego en el que siempre hay quien gana y quien pierde. Últimamente perdía, me he cansado de eso, ahora quiero y voy a ganar, voy a luchar por lo que quiero y voy a hacer que me salga todo como yo espero y deseo. Voy a ser yo la que sonría y la que diga cuándo acaba y cuando empieza cada cosa. Voy a mandar sobre todo. Voy a ser la dueña del tablero; yo pondré las reglas del juego. Voy a mirar lo positivo y lo negativo de cada cosa, voy a elegir bien, pero, si elijo mal, lo hecho, hecho está, y que nadie venga a decirme que me he equivocado, porque siento decir, que ya no podré corregirlo, que no soy Superman, pero casi, porque voy a volar por encima de todos, voy a ver desde otro punto de vista lo que ocurre a mi alrededor, voy a sonreír todo lo que pueda. Voy a intentar no equivocarme, pero solo para sentirme bien yo misma, porque lo que piensen los demás me la trae al pairo. Voy a regalar abrazos,

Llueve en casa

Me he pasado toda la mañana recogiendo agua del salón. No es que se haya roto ninguna tubería, ni tampoco que la lavadora se haya resentido por los trapos sucios de todo este tiempo juntos.  Es que desde que te has ido, no deja de llover en casa. ¿Sabes lo jodido que es aliñar la ensalada con un paraguas en la mano, o aguantar cada mañana el rapapolvo de mi vecina Antonia que se queja de las goteras?, ¿Te haces una idea del estrés que supone tener que zambullirme bajo el agua para abrir el grifo y poder prepararme una valeriana, o despertar en mitad de la madrugada sobresaltada, cayendo en la cuenta de que he olvidado regar las plantas? No dejo de quitar nubes de lo alto de los armarios, nubes grises, nubes negras, nubes de todos los colores y texturas, llenas de agua, llenas de tormenta. ¿Crees que no me di cuenta de cómo brillabas cuando salías por la puerta? Te ibas radiante, de sobra sabía que te habías llevado puesto el sol. Menos mal que aún conservo un trozo de luna llena

Otra noche

Imagen
Pues aquí estoy. Tumbada en la cama, bolígrafo en mano, tratando de escribir algo coherente ya que he desistido en eso de dormir… Miro el móvil, quizás esperando un sms de esos que me hacían sonreír, una llamada perdida de un número que no tenga porque le has pedido el móvil a alguien para llamarme, o no sé, una señal, algo… Pero la única imagen que mi móvil me devuelve es la de un fondo negro bajo un reloj digital que marca las 3:27. Menudas horas eliges para colarte en mi mente.. Tratando de conseguir un poco de sueño, abro el reproductor y selecciono la lista de reproducción “Slow” que tan minuciosamente creé con las canciones lentas que más me deprimen. Hago click en una al azar y aparece esa canción. Sí. ESA. De las 95 canciones que contiene esa lista y que suponen 6 horas y 32 minutos de música lenta, aparece justo esa. ¿Casualidad? ¿Putada por parte de mi móvil? Qué importa… Me limito a dejarla sonar mientras miro al techo con poco interés. Cierro los ojos, y las frases que

Pum.

Esa sensación que te da cuando sabes que todo lo que te decían no eran más que excusas, patrañas que utilizó en su día para conseguir un solo objetivo. En cuanto te enganchas, las palabras desaparecen, porque al fin y al cabo, eran palabras vacías. Tan vacías como se encuentra ahora tu ser, tu alma.. sintiéndote nada. Y tu lloras, te rallas pero.. ¿porqué te rallas? Porque en su día te juntaron 3 sílabas que para esa persona no significaban nada, pero que en ti hizo que cambiara algo. Y ahora, te sientes solo, diciendo una y otra vez que pasas de todo, que todo te da igual, pero sabes de sobra que no es así, no eres capaz de pasar tan rápidamente de todo, lo intentas pero te es imposible, al contrario, cada día te importa más.. y la única manera de mentalizarte que encuentras es decírtelo a ti mismo una y otra vez.. "paso de todo, paso de todo", pero es mentira, son palabras tan o más vacías que las que te dijeron en su día.

Las palabras se las lleva el viento, y tú te vas con ellas

Imagen
A finales de agosto, con un tiempo más bien revuelto me encuentro en mi cama, con el pijama de invierno y bajo una manta más bien gruesa. Mi sensación en este momento sería difícil de describir, siento sobretodo amor, hacia ti y hacia tu persona; siento odio, y tiene los mismo remitentes que el sentimiento anterior, siento impotencia, rabia, confusión. Siento que te he perdido para siempre. Siento que esta vez no podré levantarme, ya no. Prefiero acostarme en el suelo frío y esperar, quieta, a que el destino haga de mi lo que tenga pensado, pero.. ¿luchar? No, no puedo ya. Te fuiste y contigo se fueron mis ganas de sonreir, de soñar, de hablar, de sentir, de levantarme una y otra vez después de cada golpe, de luchar, y hasta de vivir. Las palabras, las conversaciones guardadas que tengo, tanto en la memoria de mi pequeño portátil como en mi propia cabeza, llegan a mi recuerdo de forma confusa e incluso aterradora. No puedo evitar que las lágrimas rebosen mis ojos, simplemente por

Príncipes y princesas

No es fácil confiar en alguien después de que te hayan roto el corazón. Los sentimientos se crean una coraza que consigue que nadie sepa lo que se traen entre manos y poco a poco te van comiendo por dentro e invadiendo tu cuerpo hasta llegar al punto en el que solo eres una batalla de secretos luchando por salir, por ser gritados a toda voz y poder ser entendidos por la única persona en el mundo que puede hacerlo. Todo esto te obliga a proponerte unos “requisitos” que impedirán que tus secretos más íntimos vuelen a los cuatro vientos sin dirección ni sentido. Piensas que esa persona tiene que hacerte sentir única, que desapareciera el mundo cuando estáis juntos… esa persona tiene que hacerte sentir especial cada día, cada hora, cada minuto. Porque en realidad no necesitamos ranas que al besarlas se conviertan en príncipes, necesitamos ranas que al besarlas nos hagan sentir princesas. Volver a sentir la ilusión, la seguridad, el cariño… Porque a veces un solo segundo es suficiente para

Lejanía

Hay varios tipos de lejanía. Una surge cuando notas que se crean barreras insalvables entre tú y otra persona. Cuando se pierde la complicidad y dejan de ser interesantes los motivos que os unían. En este caso, no pasa nada. Fue algo que te acompañó durante un tiempo, después acabó. Conservas sólo buenos recuerdos de esa relación, sabiendo –tal vez con un poco de melancolía- que nunca volverás a recuperar lo perdido. Otra lejanía, es la dolorosa. Es poner distancia antes que alejar. Tal vez, porque tan sólo su presencia, nos impide echar el vuelo para continuar nuestra vida. Es la distancia que aleja a la persona definitivamente de nosotros porque el fin que los dos buscamos, es diferente. A veces también se da la lejanía, cuando no se cuida una relación. Cuando la desidia ocupa el lugar de los detalles, y nunca hay tiempo para nada. Entonces todo se enfría, y ya nada es lo que era. Una sonrisa... ya no provoca las nuestras; ya no apetece abrazar... y no se siente ni frío ni calor. La