Papá.

A veces me gustaría hablarte claramente, decirte todo lo que pienso, todo lo que se me pasa por la cabeza en cualquier momento. Sobretodo me gustaría que escucharas mis pensamientos cuando discutimos. ¡Oh cómo me gustaría! Te llevarías una grata sorpresa.. Para empezar, las cosas claras; no te aguanto, no aguanto tu forma de ser. Y no es por mal, simplemente no nacimos para entablar una conversación de más de diez minutos sin que en ésta acabemos gritando cosas que, por lo menos yo, no pienso ni creo realmente. No nacimos para vivir más de 18 años bajo el mismo techo y, sé que aunque te moleste, no sabes cómo ansío cumplirlos para echar a volar de tu nido, con destino desconocido. Estoy segura de que ser padre es algo tremendamente difícil, y sé que yo no soy una hija lo que se dice fácil de criar. Soy cabezota, contestona, con muy mala leche, orgullosa, etc etc.. No hace falta que diga que muchas de estas cualidades las saqué de ti, se sobreentiende; me temo que por ello chocamos ta...